Estoy segura que este post será uno de vuestros favoritos ya que os voy a dejar algunas ideas para alojaros que os servirán para vuestras próximas escapadas.
Siempre he sido muy fan de los alojamientos pequeños, pero con encanto, donde te hacen sentir como en casa y donde la calidad es lo fundamental. Escapar de las grandes masas de turismo es una de mis especialidades e intento alojarme en lugares donde puedo disfrutar de la experiencia que cada uno de ellos me ofrece al cien por cien.
Todos me robaron el corazón de una manera diferente porque cada alojamiento es dueño de su esencia y personalidad. Por ello, os dejo una pequeña lista para que podáis disfrutar tanto de ellos como nosotros lo hicimos:
En la zona del Baztan, las Cabañas Deluxe de Irrisarri Land:
Hace alrededor de 3 años ya que visité por primera vez la zona de Baztan. Volví enamorada de esta zona tan mágica, tan verde y rodeada de unos pueblos con mucho encanto. Una zona con diferentes opciones para disfrutar de la naturaleza.
Las cabañas Deluxe son pequeñas casas individuales de madera y con grandes cristaleras. Cuentan con un jacuzzi con vistas al monte y solo puedo decir que es uno de los lugares donde más paz he sentido. Despertar con esas vistas, desayunar en el exterior y poder disfrutar de ese entorno es uno de los mejores recuerdos que me llevo.
Sin duda alguna, una buena opción para alojarse y disfrutar de una noche muy especial.
Zuhaitz – etxeak/Cabañas en los árboles en Zeanuri:
Tener la oportunidad de dormir en una casa de árbol en pleno bosque, rodeada de altos árboles, escuchar el sonido de los pájaros y despertar en plena naturaleza no tiene precio.
No falta detalle alguno para que tu experiencia sea autentica. Por ejemplo, el desayuno te lo dejan en una cestita para que puedas subirlo a tu casa de árbol.
Además, disfrutamos del eco spa que tienen, donde puedes reservar tu hora para disfrutarlo a solas y mirar a las estrellas mientras estas al calor del jacuzzi.
Una experiencia involvidable que hacer al menos una vez en la vida, lo recomiendo cien por cien.
Hotel Nafarrola en casa, Bermeo:
Poder contar con este lujo en mi querido pueblo de Bermeo es un orgullo. El entorno es envidiable y cuenta con unas vistas inmejorables. Bermeo y a su vez Nafarrola, se encuentra en la zona de Urdaibai, una de mis zonas favoritas del País Vasco y no lo digo porque yo sea de ahí, sino porque realmente he tenido la suerte de haber nacido en un pequeño paraíso único en el mundo.
Además, de unas habitaciones de ensueño, la gastronomía que ofrecen es única, donde cuentan con productos de km0 y cuidan cada plato para que cada bocado sea un trocito de cielo.
Sin olvidar, que además se encargan de organizar diferentes actividades según lo que más te apetezca y para todos los gustos.
Y es que solo pensar, estoy pensando en volver y en disfrutar de la paz y tranquilidad que sentí. Que suerte la mía de tenerlo en casa.
En el Valle de Ordesa, Hotel Viñas de Larrede:
Lujo en plena naturaleza. Este alojamiento me robo el corazón en pleno valle de Ordesa. Un alojamiento espectacular donde disfrutar de unas buenas rutas de trekking y visitar la Cola de Caballo por la mañana, relajarse por la tarde en la piscina y disfrutar del calor de la chimenea por la noche.
Era despertar y tener el placer de desayunar los productos de la huerta en un salón muy acogedor con unas vistas únicas. Un lujo de fin de semana perfecto para conectar con la naturaleza y disfrutar de esta zona tan maravillosa a la que ya estoy pensando ya en volver.
Posada Seis Leguas, Cantabria:
Este alojamiento está situado en Riocorvo, un pueblo pequeño de Cantabria, pero con mucho encanto. Un alojamiento decorado con mucho gusto, unas habitaciones muy coquetas y una piscina y jacuzzi por disfrutar.
Un desayuno espectacular, también del huerto y de gran calidad. En el mismo alojamiento nos dejaron un par de bicicletas para disfrutar de la vía verde que tienen justo al lado que conecta con la costa. Y ahí llegamos a la playa, a la costa y que lujo contar con este planazo.
Nos hicieron sentir como en casa, nos enseñaron cada rincón del alojamiento y desconectamos disfrutando de cada minuto de paz al máximo. ¡Planazo de fin de semana!
La Casa de nuestro abuelo en Álava:
Qué decir de este alojamiento que nos hizo volver a sentir libres en plena pandemia de Covid-19. Recuerdo que nos dejaron salir de casa, volvieron a abrir los hoteles y decidimos disfrutar de la zona de Álava para conectar con la naturaleza, con la vida.
Descubrimos este alojamiento tan mágico y no dudamos en alojarnos ahí. Nos hicieron sentir como en casa en este alojamiento tan bonito. Una casa rural situada en un pequeño pueblo rodeado de naturaleza con muchas opciones para hacer rutas de trekking y a tan solo 20 minutos de la ciudad de Vitoria-Gasteiz.
Además de los espacios del interior de la casa, disfrutamos también de su piscina al aire libre y su terraza. Fue un lugar donde volvimos a soñar con la vida, la de verdad y la que tanto echábamos de menos.
Ojalá poder volver a este remanso de paz pronto.
Garaiko Landetxea en Garai, Bizkaia.
Hace casi 3 años y desde entonces lo recordamos con cariño. Fue justo uno de nuestros últimos días juntos antes de que yo embarcará mi aventura de irme a vivir al extranjero.
Decidimos “despedirnos” de una manera en la que pudiésemos recordarlo para siempre. Fuimos al reconocido restaurante Garena a comer y pasamos la noche en este alojamiento tan especial.
Pequeño pero coqueto, cuidado al detalle y donde disfrutamos de su desayuno en un precioso comedor con cristalera. Un plan redondo para disfrutar este entorno de la zona del Duranguesado.
No ha sido fácil seleccionar solo algunos, pero prometo que habrá una segunda parte de este blog para que podáis seguir disfrutando de este tipo de alojamientos con encanto.
Ya estoy pensando en mi próxima escapada.
Un trocito de Norden desde Lisboa,
Laura