Madrid es esa ciudad que te atrapa.
Soy consciente de que vivir en Madrid puede suponer un caos para algunos, sobre todo para los que estamos acostumbrados a vivir cerca del mar. Pero es cierto, que soy adicta a esta ciudad y que me gusta visitarla de vez en cuando, aunque sea por milésima vez. Por lo que preparé mi maleta, metí las joyas tan únicas de Sita Nevado en la maleta (esas que lleves lo que lleves dan un toque especial a cualquier look de día o de noche) y a volar.
En este post, os venís conmigo a Madrid, una escapa breve en la que disfruto de la ciudad, de su ambiente, de su gastronomía y, sobre todo, de los reencuentros con mis personas favoritas de Madrid.
DIA 1-VIERNES:
El viernes llegamos por la tarde y decidimos callejear por el centro de la ciudad. Volver a recordarla y volver a mirarla como si fuera la primera vez:
Paseamos por Malasaña, el barrio más bohemio y alternativo de Madrid. Además, es referente de la moda retro y la cultura “underground”. Decidimos parar a tomar algo en el bar La Bicicleta, un sitio muy chulo para tomarte algo con los tuyos.
Para terminar la noche, cenamos en las Tortillas de Gabino, como su nombre indica es conocido por sus tortillas. Es obvio, que cenamos tortilla: la clásica con cebolla, la de trufa y por si fuera poco la de tinta de calamar, pero… no fue lo único y es que nos pusimos morados también con otros platos (navajas gratinadas, carpaccio de dorada, alcachofas de temporada a la brasa con jamón). La verdad que nos encantó, fue un auténtico placer para el paladar. Pero… aquí no ha terminado la cosa, tienen una tarta de queso que está de chuparse los dedos. De hecho, repetimos y lo de compartir la tarta se quedó en una simple intención. Y es que la tarta tiene tanto éxito, que no les quedó otra que empezar a venderla también en la Pastelería Mallorca, otro clásico de Madrid. *El restaurante siempre suele estar lleno por lo que os recomiendo reservar con antelación.
DIA 2-SABADO:
Tras desayunar un buen croissant con café de especialidad en «Pum Pum Cafe», decidimos patear, y lo de patear nos lo tomamos tan en serio que cuando nos dio por mirar los km que llevábamos rondaban los 18km.; y todavía, no había terminado el día. Los lugares que visitamos en nuestro paseo fueron los típicos de Madrid:
- Puerta del Sol
- Gran Vía
- Plaza Mayor
- Mercado de San Miguel
- Barrio de las Letras
- Plaza Cibeles
- Puerta de Alcalá
- La famosa Calle Serrano
- Parque El Retiro
- Plaza de España
- Templo de Debod al atardecer
Por supuesto, entre tanto km paramos a comer una pizza en la «Pizzería Araldo Arte del Gusto». Como buenos italianos que son, se encargan de respetar las horas de fermentación que necesita la masa y de ahí los premios que tienen. *Recomiendo reservar con antelación.
DIA 3-DOMINGO:
En nuestro último día por la ciudad, nuestra idea era empezar de la manera más dulce que uno puede imaginar: unos churros con chocolate en un clásico de Madrid, Chocolatería San Ginés fundada en 1894. Pero… al despertarnos cambiamos de idea y se nos antojó desayunar un Açai Bowl, ese bowl de fruta que está tan de moda y tan bueno está. En nuestro caso lo comimos en Amazonia Açai y cuentan con diferentes locales en Madrid. Si os gusta el Açai, os animo a que os paséis.
No quise marcharme sin pasarme por la clásica tienda “La Pajarita”, fundada en 1852. Desde entonces siguen al pie del cañón con sus conocidos caramelos de sabor “violeta” y sus bombones exquisitos. Decidí comprar un par de cajitas para llevar como detalle de vuelta a Lisboa (los portugueses han quedado enamorados con el sabor “violeta”). Además, de que la tienda es una monada, las cajitas y todos los envases donde envuelven los productos parecen de cuento, no les falta detalle.
Al salir de la tienda, estaba lloviznando y no teníamos muchas opciones, por lo que la mejor alternativa fue entrar a algún museo que teníamos pendiente de visitar en Madrid. Decidimos ir al Museo Arqueológico Nacional. Un museo lleno de auténticas piezas de Egipto, Grecia… (También me pareció un planazo para ir con niños si hace mal tiempo en Madrid).
Por la tarde-noche, tuvimos que volver al aeropuerto para coger mi vuelo con destino Lisboa, pero tampoco queria irme sin degustar los «Manolitos», los mini Croissants de mantequilla más conocidos de Madrid. Tengo que admitir que estan muy buenos.
Espero que hayáis disfrutado tanto como yo de este fin de semana por Madrid. Y vosotros, ¿sois de los que os gusta y disfrutáis como yo de Madrid?
Un trocito de Norden desde Lisboa,
Laura